miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mi fin

Llegó el gran día. Fui al lugar donde me citaron y al llegar estaba Laura.
 Con ella me tocaba hacer el  trabajo, el cual consistía en
transportar droga en unas cápsulas que nos teníamos que tragar para
pasar a Estados Unidos en avión. Cuando llegáramos allá las teníamos
que desechar. La sorpresa que me lleve al llegar al lugar donde estaba la mercancía fue que habían 10 mujeres más, las cuales iban a realizar el mismo
trabajo que yo.
 
Estábamos formadas cuando de repente se escucharon unos gritos más adelante
de la fila. Era una muchacha, la cual estaba embarazada y ya no quería
realizar el trabajo porque el bebé corría un gran riesgo.
Pero a ellos no les importaba y se escucharon varios disparos. La
pobre cayó al suelo y en pocos segundos murió. .
 
¡En que problema me había metido por tan solo buscar el bien de mi
familia y la seguridad de ellos! Pero lo único que encontré fue mi
propia muerte.
 
Siguió mi turno, me dieron cuatro cápsulas y vigilaban que me las
tragara. Ya listas nos dieron las visas, que eran falsas, y el pase
para abordar.
 
Laura y yo salimos de aquel lugar con rumbo al aeropuerto, y nos iban
siguiendo unos hombres que mandaron a cuidarnos.
 
Nos sentamos en la sala de espera en lo que salía nuestro vuelo. Unos
minutos después me empecé a sentir un poco mal, me dolía mucho la
cabeza y el estómago. No le quise decir nada a Laura.
 
Llego el turno de abordar. Al llegar al aeropuerto de
Estados Unidos nos esperaban unos hombres que nos llevarían con la
persona a la que teníamos que entregar la mercancía.
 
Ya estaban las otras muchachas formadas para entregar la mercancía. Les
daban unos laxantes para que hicieran del baño y sacaran las cápsulas.
 
Yo era la última en pasar. Me sentía mal, y tenía mucho miedo. Estaba
presintiendo que me pasaría algo. En mi mente solo estaba la imagen de
mi madre y del bebé.
 
Llegó mi turno. Me dieron dos laxantes y  me los tome antes de entrar al baño.
Al dar el primer paso caí al suelo y en ese momento sentí un dolor
intenso en el estómago; vomite, se me nublo la vista y solo podía
escuchar cómo me exigían que sacara la droga y que un muchacho les decía que a lo mejor se me había reventado algunas de las cápsulas. Lo último que oí fue
que me matarían para que recuperaran las cápsulas que sobraban en ese momento. Se terminaba mi vida y sin haber podido despedirme de mi familia...















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